Es famoso el dicho “por la boca muere el pez”, porque por todos es sabido que los parientes de Nemo muerden el anzuelo con sus pequeñas fauces, pero otra acepción se desliga de este dicho popular cuando por esas boquitas de piñón de "ilustres" oradores salen disparados dardos que envenan la lengua castigándola sin piedad. Patadas al diccionario sin decoro alguno, locuciones ininteligibles a la razón humana por su pésimo nivel cultural y perlas que se graban a fuego en nuestras mentes cuando una mente celebérrima nos deleita con todo su saber.

He aquí la cultura que nace, lamentablemente, del país del toro, las sevillanas, el jamón, el vino tinto, los saraos y todo lo que tenga el sello y la denominación de origen "Spain is different".

¡Sí señor!
Por ello, desde Cultura Pública queremos fomentar la sabiduría de nuestra tierra y abogar por la cultura para que no degraden nuestra imagen estas... mentes privilegiadas.

Si en generaciones pasadas, de este país nacieron de la pluma de Cervantes, enseñas como Don Quijote, o de la poesía de Bécquer oscuras golondrinas; o de la de Miguel Hernández versos ausentes, o este país acogió Nóbeles como Ramón y Cajal, Severo Ochoa, Juan Ramón Jiménez o Cela, ahora es el momento de ir quitándonos poco a poco esa lacra de país marginal a la cola de la "supuesta" grandieloquencia europea.
Y por si tenéis alguna duda de quiénes son estos m
aestros genuinos que engordan la lista de idioteces en una misma frase tal vez se os vengan a la memoria: Dinio, Sofía Mazagatos, Belén Esteban y el resto de la trupe... ¡Ay señor!

Por tanto, para que podáis comprobar el daño que ciertas mentes prodigiosas han hecho a este país con su agudo ingenio de sagaces conocedores del saber... ahí va un claro ejemplo de la mácula que mancha nuestra sociedad.




¡Olé la incultura!