A medida que pasa el tiempo me doy cuenta que en el mundo del deporte, concretamente con el deporte rey, todo depende del ciclo en el que te encuentres, tal y como ocurre en la economía. No hay más que fijarse en la actual situación del futbol español y en la de sus dos mayores representantes, el Real Madrid y el F.C. Barcelona.

El equipo merengue viene de conquistar dos ligas de forma consecutiva, sin mucha brillantez en su juego, pero con la pegada que siempre le ha caracterizado. Además de estos dos últimos títulos ligueros ha evidenciado el gran peso que tiene dentro del mercado futbolístico, y ha conseguido hacerse con los servicios de media selección holandesa (Van Nistelrooy, Sneijder, Robben,…). Por su parte el Barcelona, después de ganar dos ligas consecutivas y la segunda Liga de Campeones de su historia, sufrió una terrible resaca post-triunfo y evidenció su terrible estado de forma, perdiendo partidos clave (como el 2-2 contra el español en el año 2007) que le hicieron perder títulos en los últimos minutos. Además en el plano comercial no supo fichar con solvencia y tuvo que conformarse con productos ya obsoletos como el ariete galo Thiery Henry. Pero a medida que se acerca el final de este año 2008, parece ser que los papeles se intercambian. El Madrid (como el resto de los equipos españoles en general), no ha sabido conseguir en el mercado estival los servicios de ningún jugador de gran proyección, sino todo lo contrario. El equipo que estaba acostumbrado a avasallar a todos los conjuntos europeos, con sus millones y con sus aires de grandeza, ha encontrado en el Manchester United un rival de su altura, el cual no se ha dejado impresionar por la camiseta blanca, y le ha cerrado la puerta en las narices al señor Ramón Calderón con el tema de Cristiano Ronaldo. Solamente Rafael Van der Vaart, influenciado por sus compañeros de selección se ha dejado engañar por las artimañas del director deportivo del Madrid, Pejda Mijatovic. Por si esto fuera poco, en el plano deportivo el equipo deja mucho que desear. Si algún seguidor del “Real” leyera estas líneas, le aconsejaría que no se preocupara, de verdad. El Madrid continúa jugando igual que hace diez años, igual de mal. La diferencia es que sin un referente arriba (“Van-gol” lesionado hasta 2009), y con un portero que por fin evidencia todas sus carencias (ya lo dijo el “loco Gati”: casillas no es un buen arquero”), el equipo no gana, y sin los tres puntos en el zurrón, los “señoritos” de la “capi” se dedican a insultar y abuchear al equipo. Pero no se engañen señores madridistas, un equipo tan rácano como el Madrid, que sólo juega con el ojo puesto en el resultado no puede ir bien. Si a ello le sumas que por una vez en la historia del futbol español, el equipo blanco ya no es destinatario de los regalos arbitrales en forma de gol en fuera de juego o penalti inexistente, nos encontramos con un conato de crisis, digno de los mejores años del gran Florentino Pérez. Por el contrario, en la otra cara de la moneda nos encontramos con el Barcelona (Barça per als amics), que ha sabido renacer de sus cenizas, y ha creado en torno del mejor jugador del mundo (Lionel Andrés Messi), un equipo ganador sustentado por las perlas de la cantera blaugrana. Y si al frente de esta máquina bien engrasada, pones a Pep Guardiola, estandarte de la mejor época del club, nos encontramos con un proyecto ganador, listo para superar cualquier obstáculo.

En definitiva, teniendo en cuenta que el Real Madrid es el equipo de España, y España está en crisis, no considero que les venga mal a los blancos un par de años de recesión.